Cuando la situación económica es buena tiendes a derrochar dinero en objetos que no necesitas. Los dejas guardados y no los rentabilizas. Con el tiempo te darás cuenta.
Si trabajas delante de un ordenador deberías parar cada dos horas para que los ojos descansen un poco. Tienes la vista demasiado cansada y lo notas.
No tires la toalla ante una primera negativa. Siempre habrá más oportunidades. Continúa insistiendo de una manera muy sutil para que la otra persona aprecie tu interés.